Los más pequeños necesitan cuidados especiales en su salud. De ello se encarga la pediatría, una especialidad de la medicina que se enfoca en tratar a pacientes recién nacidos hasta que llegan a la edad adolescente. Al igual que la medicina para adultos, esta rama requiere de muchos conocimientos y habilidades. Además, para una preparación adecuada, el pediatra tiene que reforzar su formación constantemente y actualizar sus habilidades médicas. ¿Te interesa este ámbito y quieres aprender mucho más? En nuestra escuela tenemos la Maestría en Unidades de Urgencias y Emergencias Sanitarias con la que puedes profundizar profesionalmente en el tema.

Además, vamos a dedicar este post a la rama de la pediatría y todo lo que nos ofrece. Así que, ¡quédate para conocer el trabajo del pediatra!

¿Qué es y qué se hace en pediatría general?

La pediatría general es una especialidad de la medicina que se ocupa de cuidar la salud de las personas de edad temprana. Desde que nace hasta que cumple los 14 años aproximadamente, el pediatra es el médico que se encarga de llevar a cabo la prevención de posibles problemas o patologías.

Por otra parte, hay unas revisiones y calendario de vacunación que también forma parte de las funciones de esta área. Todo esto, además del control del buen desarrollo del pequeño, forma parte del día a día del profesional.

¿Cuáles son las ramas de pediatría?

A parte de lo mencionado en el apartado anterior, hay subespecialidades de pediatría para determinados problemas en la salud que surgen durante estos años de edad. A continuación, te contamos las principales características de estas especialidades, así como de lo que hace el pediatra en cada ámbito.

Neurología

En general, la neurología estudia complicaciones del funcionamiento cerebral. Por lo tanto, en este caso hablamos de un especialista en el desarrollo cerebral de los niños que trata afecciones como: epilepsia, dislexia, TDA, entre otras.

Alergólogo

Esta es una de las especializaciones con más demanda en el área de la salud infantil. ¿Quieres saber por qué? Se enfoca en el diagnóstico de las alergias. Y es que, en los primeros años de vida es cuando surgen y se detectan la mayoría de ellas.

El alergista pediátrico, es el profesional que se dedica a detectar la aparición de alergiassobre todo las que tienen que ver con la alimentación.

Endocrinología

Hay una serie de enfermedades que se producen en el sistema endocrino (que se compone de glándulas que fabrican hormonas). Estamos hablando de problemas que derivan en diabetes, hipotiroidismo o cualquiera que surja por una alteración en estas glándulas.

La endocrinología pediátrica se ocupa de los trastornos de las glándulas endocrinas, como las variaciones del crecimiento físico y el desarrollo sexual en la infancia, la diabetes y muchos más.

Hematología

En este caso, las enfermedades que trata están relacionadas con la sangre. Como imaginarás, la más conocida es la anemia, aunque también se enfrente a problemas de coagulación, cicatrización, etc.

Específicamente la hematología pediátrica se encarga del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los glóbulos rojos, los glóbulos blancos, las plaquetas y los trastornos de la coagulación en los niños y niñas. 

¿Cuándo acudir con un experto en pediatría?

Cuando un bebé nace e incluso en las últimas semanas de gestación (para prevenir complicaciones del embarazo y posteriores), desde el área de pediatría se gestionan las revisiones y todo lo necesario para el cuidado de su salud. Aun así, los niños/as también se enferman y ocurren imprevistos en los que es mejor acudir al pediatra. Estas son las situaciones en las que podrías recurrir a un pediatra:

  • Llanto inconsolable: la única forma de que el bebé exprese su molestia o necesidad es llorando. Por eso, cuando es imposible calmarlo, acude al especialista.
  • Fiebre: cuando la temperatura no baja o se percibe que no es habitual el comportamiento y aspecto del bebé.
  • Dolor torácico: aunque esta opción es menos frecuente cuando se trata de un bebé, se produce reiteradas veces en niños y adolescentes. Hay distintas causas de dolor torácico: infecciones víricas, traumatismo, tos, sobreesfuerzo físico, tensión muscular y demás.
  • Deposiciones o vómitos: encontrar anormalidades en las deposiciones de los niños/as puede suponer problemas gastrointestinales.
  • Cólicos: aunque estos se dan con más frecuencia de la que pensamos en los bebés, sobre todo en los recién nacidos. Es importante acudir con un profesional cuando son dolores abdominales intensos que los hacen llorar y quejarse desconsoladamente.